Y cuál será el olor del hambre en su piel,
en su piel transparente y sucia que aún no entiende la palabra
tiempo,
ni el tránsito, ni esta condena,
ni que será despojo,
polvo en la arena
y aún no sabe vomitar porque no tiene nada
dentro.
Tan minúscula y asesina.
Sólo grita . . .
Este. Punto. Que. Nunca. Termina.
Este es el olor del hambre en mi piel.
(Y cuál sería el sonido de su carne arrancada incisivamente.
Cuál.)
Huérfana y asesina.
Viuda de vida.
(Y cuál sería el sabor de su carne en mi boca.
El sonido de su carne cruda en mis dientes.)
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